Son medicamentos hormonales que impiden la ovulación, producen modificaciones a nivel del moco cervical haciéndolo hostil al esperma y disminuyen la implantación endometrial. Estos métodos son seguros (eficacia del 99%) si se cumplen las normas para su uso, respetando las indicaciones y contraindicaciones en cada caso.
Es recomendable un reconocimiento médico completo previo a su inicio (revisión ginecológica).
- Píldora anticonceptiva combinada: habitualmente contienen estrógenos y gestágenos. Son comprimidos que se toman durante 21 (y 1 semana de descanso) o 28 días.
- Parche contraceptivo: semejante a una tirita cuadrada , se aplica sobre la piel en zonas alejadas del pecho. La absorción de las hormonas se produce a través de la piel. Se coloca 1 vez por semana durante 3 semanas (y 1 semana de descanso).
- Anillo vaginal: Es un aro de plástico flexible que se coloca fácilmente en la vagina produciendo la absorción de las hormonas a nivel de la mucosa vaginal. Se retira a las 3 semanas y se descansa la cuarta semana.
- Anticoncepción de emergencia (píldora del día después): tiene una eficacia del 80% (evita 7 de cada 8 embarazos). Se debe tomar antes de las 72 horas del momento de la relación desprotegida.
- Píldora oral de progesterona: indicada principalmente en mujeres lactantes.
- Implante anticonceptivo: se coloca con anestesia local bajo la piel del antebrazo. Tiene una eficacia del 99% a 5 años. Puede dar alteraciones menstruales, cefalea y aumento de tensión mamaria.
Para el uso de cualquiera de estos métodos es fundamental poder visitar al ginecólogo. En Procrear podremos asesorarte sobre el método más adecuado para ti.