El estudio aporta más evidencias de la importancia que tiene la alimentación en la calidad del óvulo y, en general, en la reproducción.
Entre la larga lista de enfermedades asociadas a la obesidad (patologías cardiovasculares, diabetes, hipertensión, apnea del sueño…) algunas afectan de forma específica a las mujeres, como la dificultad en tener hijos. A mayor índice de masa corporal, todo es más difícil: menor tasa de ovulación, de implantación del embrión, de embarazos o de llevar la gestación a término con un niño sano. Entre otros factores, debido a que el sobrepeso provoca una serie de alteraciones en los óvulos que dificultan (o incluso impiden) la fecundación.