Salud reproductiva y estilo de vida: Influencia de la dieta y la actividad física

El ejercicio físico moderado favorece la fertilidad. En mujeres o varones que busquen gestación se recomienda limitar el ejercicio físico intenso (más de 4 horas por semana) y que adopten una dieta pobre en productos derivados de la leche y la carne.

Si quieres conocer más a fondo este tema, visítanos. PROCREAR.es

El ejercicio durante el embarazo reduce el sobrepeso y las enfermedades asociadas.

Las mujeres embarazadas sanas, que realizan ejercicio moderado desde la primera consulta prenatal evitan la ganancia excesiva de peso al finalizar el periodo. Una pauta correcta de ejercicio físico supervisado y conducido durante la gestación benefician tanto a la madre como al bebe.

Es importante hablar con tu doctor, para que te guíe y te informe sobre cuál es el peso que deberías aumentar, ya que la recomendación puede variar según las características de cada mujer.

Cuando una mujer tiene exceso de peso durante el embarazo, aumentan las posibilidades de que se produzcan una serie de complicaciones.

En PROCREAR, nuestro equipo de obstetras y comadronas, podrán asesorarte sobre una manera sana y equilibrada de alimentarte y el tipo y frecuencia de los ejercicios que deberías realizar.

Llámanos al +34 977 326 046 o visítanos en C/General Moragues, 87 – 43203 Reus (Tarragona) y/ o Rambla Nova, 103 – Edifici Atlàntic 43001 Tarragona

¿Estudios de fertilidad? ¿Por qué? ¿Cuándo?

El éxito de los tratamientos en reproducción asistida se basa en el estudio de las circunstancias específicas de cada caso para poder diseñar una estrategia de tratamiento «a medida» y obtener los mejores resultados.

En nuestra clínica de reproducción asistida recomendamos iniciar el estudio de fertilidad en las siguientes situaciones:

  • Pareja que lleve un año sin conseguir gestación (mujer menor de 30 años).
  • Pareja que lleve 6 meses sin conseguir gestación (mujer mayor de 30 años).
  • Antecedentes en el hombre o la mujer de: cirugía en aparato genital, infección pelviana, alteraciones genéticas, alteraciones menstruales importantes, etc.
  • Pareja con 2 abortos o más consecutivos.
  • Enfermedades genéticas graves con diagnostico conocido.
  • Mujer soltera o con pareja del mismo sexo.